En cualquier rincón del mundo: en la ciudad o en la aldea, la gente rica o a gente pobre, con estudios o sin ellos, pertenecientes a cualquier continente, a gente joven o a gente con edad avanzada, si les preguntásemos que es lo que más desean, añoran en la vida, responderían que ser felices. La pregunta que infaliblemente surge a continuación, es cómo ser felices. Y aquí verterían una variedad enorme de contestaciones.
  1. Un pensador, teólogo y escritor inglés, da la siguiente respuesta: “tener siempre algo que hacer, alguien a quién amar y algo que ofrecer”. Otro personaje más popular da una contestación un tanto humorística, e incluso frívola, defiende que la felicidad se consigue: comiendo sin engordar, amando sin sufrir, ganando dinero sin trabajar.
  2. Hoy la liturgia, la Iglesia celebra la fiesta de la Sagrada Familia, compuesta por José, por María y por el Niño. La familia nos permite conocer a las personas, en nuestro caso al Hijo, protagonista de la familia. Quizá el instrumento más decisivo para alcanzar la felicidad.
  3. En la práctica no existe un modelo familiar único. Existe la familia numerosa, la familia monoparental, la familia sin descendencia y un largo etc.

No es posible imitar a la familia de Nazaret al detalle, puesto que los personajes como la Virgen, como San José y como el Niño son irrepetibles.

Sí nos vale de ejemplo en las grandes tendencias y en los grandes principios. En éste sentido nos sirven de referente en cualquier tiempo y en cualquier lugar. En el sentido de que la familia modelo debe ser hogar, escuela y templo.

Hogar. Significa que predomina el apoyo mutuo, el cariño mutuo. No es una pensión. “Los sin hogar,” “los sin techo” se repiten con frecuencia. Se refiere a los que no tienen nido, a los que carecen de un rincón donde descansar psicológicamente, dónde guardar documentos importantes… Gentes a quienes la vida les ha zarandeado sin compasión. Han caído a la cuneta, a veces por falta de voluntad, otras veces por avatares de la vida.

Templo. Es decir un lugar dónde se ama a Dios, se respeta a Dios, dónde se procura cumplir su voluntad.

Escuela. La familia no es un cuerpo inamovible, sino algo cambiante, que trata de responder a las distintas situaciones por las que atraviesa la sociedad. Aprender a vivir. No precisamente matemáticas o lenguaje, sino a aprender y a enseñar: esto es, a ser persona, a ser honesto, a convivir, puesto que frecuentemente vivir equivale a convivir.

No existe un modelo familiar único.

Bendita la familia que cree y ama, que vive con sencillez, que mira a los más pobres, que grita por los necesitados, que sueña con un mundo nuevo, que acaricia a los niños, que sonríe a la vida.

José Antonio Pagola.