EL PASE DEL NIÑO
EN EL QUITO HISTÓRICO

Nuestro modo de celebrar la Navidad se centra en las casas, alrededor del Nacimiento doméstico. Comienza con la Novena familiar y de vecinos, se prolonga con la llevada del Niño a la Iglesia, los festejos, los cumplimientos. Pero se extiende en su manifestación pública en los Pases del Niño, donde la fiesta se hace social, alegre, con bailes complejos y bellos, en grupos grandes con el acompañamiento de bandas parroquiales, municipales, de otros cuerpos que desean celebrar el Nacimiento de Jesús.

Esta realidad tan devocional y festiva de la Navidad, está siendo revitalizada desde la Iglesia de la Compañía en los últimos años, siendo ya una tradición. Unas cuatro mil personas se congregan alrededor de la fiesta de los Reyes, llenan de color las calles y plazas del Centro Histórico, en una manifestación de fe muy sentida con la presencia de movimientos parroquiales, pastoral indígena, colegios, la Puce, grupos apostólicos… Este año una bella Eucaristía en la repleta Plaza de san Francisco, oficiada por el Provincial de los jesuitas, nos ha hecho sentir las bendiciones del Señor Jesús sobre nuestro creyente pueblo.

El la noche del sábado 5, en el Templo de la Compañía, se tuvo el fallo del Tercer Concurso de nuevos Villancicos ecuatorianos, esa iniciativa de la Comunidad de la Compañía. Más del 30 concursantes ha presentado sus creaciones, tres han sido los premiados. Un flamante Cd se une a nuestro secular historial.

En momentos como los actuales Jesús está pasando entre nosotros en este Pase del Niño, recordándonos que es posible, es necesaria la concordia y la paz en el Ecuador y en el mundo. A ello estamos más que invitados.

Federico Ma. Sanfelíu, s.j.