Señor,

enséñanos a ver

detrás de cada persona, un hermano.

Alguien que se esconde,

con sus sufrimientos y sus alegrías.

Haznos descubrir detrás de cada rostro,

al fondo de cada mirada,

un hermano semejante a Ti,

y al mismo tiempo completamente diferente a los demás.

Señor,

que tu Espíritu nos abra la mirada

para tratarlos a cada uno a su manera,

como lo hiciste con la Samaritana,

con Nicodemo, con Pedro …

Tal y como lo haces con nosotros.

autoría desconocida