El filósofo alemán del siglo XIX Friedrich Nietzsche afirma:

“La palabra más soez y la carta más grosera son mejores, más educadas, que el silencio”.

Con estas duras e incisivas palabras, Nietzsche nos pone en guardia contra el silencio del olvido y del desprecio.

Hay silencios que matan, que son peores que las más duras palabras.

Hay silencios que rompen amistades y ofenden profundamente.

Evitemos estos silencios porque corroen el alma y envenenan la atmósfera moral que hemos de respirar.

No hay nada peor que el silencio del olvido y del desprecio. Una palabra dura o grosera puede herir menos que un silencio prolongado.

Hay silencios más perniciosos que las palabras. Una palabra dura puede ser sincera y valiente. Un silencio, en cambio, puede jugar con la ambigüedad y la cobardía, y contener una gran dosis de maldad.

P. Joan Bestard Comas.