• La política es el arte de solucionar, prevenir y evitar los problemas de la convivencia mediante la palabra, el parlamento, el diálogo, pese a que a menudo se parece más al arte de crear problemas, enmarañarlos y agravar sus indeseables consecuencias. Esto siempre beneficia a alguien, que suele presentarse, además, como abogado del diálogo. No hay que confiarse.

• El diálogo no sirve para vencer. Quizá, aunque no siempre, para convencer. Pero sirve para acordar: con mayor o menor convencimiento, con más o menos cesiones, el diálogo es un éxito si de él se sale con acuerdos aun en el caso de que estos consistan en definir, apartar y aparcar los desacuerdos.

Jaume Boix
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