CRISTO EN EL CENTRO DE NUESTRAS VIDAS
Si Cristo está viviendo en vosotros, Él está orando por vosotros. Porque para Cristo vivir es orar. Uníos a él, aferraos a él, haced vuestra su oración. O más bien —ya que las expresiones que estoy utilizando acentúan demasiado vuestra propia actividad— dejad que esta oración os llene, os invada, os conduzca hacia el Padre.