DEL QUEJARSE
En la sociedad del bienestar, la queja se ha convertido en la expresión más usual. Nos quejamos por nada y con demasiada frecuencia. La queja es casi ya un eco cansino y rutinario ante cualquier contrariedad. “Quejarse por vicio”, como se suele decir, mala cosa es. Si agotáramos todos los esfuerzos antes de quejarnos, la