En la zona fronteriza opera el frente Óliver Sinisterra, que comanda Wilson Aristala, alias Guacho, disidente de las FARC de nacionalidad ecuatoriana. La falta de oportunidades laborales y las condiciones de pobreza de esa región han contribuido a la permeabilidad y expansión de su negocio en la población. Este grupo ha sido señalado por los dos países como el responsable del secuestro de los dos periodistas ecuatorianos y su chófer.

“Cuando las FARC secuestraban políticos, periodistas, empresarios… había una unidad de mando, alguien con quien negociar”, dice el profesor Jaramillo. “Estas nuevas organizaciones están lideradas por mandos medios. Es más difícil para el Estado establecer contacto.

Además, la legitimidad que podían tener las FARC por su historia, no la tienen estos grupos, es más difícil justificar el diálogo y sentaría un mal precedente tanto en Ecuador como en Colombia”.

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