SER EL QUE SOMOS
Cada vez me asombra más comprobar el número de gente que no está contenta -de ser quienes son, de haber nacido donde nacieron, de habitar en el siglo que habitan. Si haces una encuesta entre adolescentes y les preguntas quién les gustaría ser, noventa y nueve de cada ciento te dicen que les gustaría ser