Nadie nace jesuita, cada uno tiene su historia y sus razones personales, diferentes de las de los demás, que le han llevado a la Compañía de Jesús.
Eso sí, coincidimos en una cosa: en algún momento nos hemos sentido llamados a seguir a Jesús y tratamos de responder cada día a ese llamado. Lo hacemos en la vida religiosa y según el carisma propio de los jesuitas, es decir, siguiendo el deseo expresado por San Ignacio de “buscar y hallar a Dios en todas las cosas”.
Esto implica un gran dinamismo y disponibilidad, estando siempre atentos a los nuevos retos y dispuestos a realizar nuestro trabajo en las llamadas “fronteras”, sean geográficas o culturales, y especialmente en aquellos lugares donde se viven situaciones de sufrimiento e injusticia.
Federico Sanfelíu, s,j.
Jesuitas
Provincia del Ecuador