“Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera”
(Francois de la Rochefoucauld).

La genuina paz es interior, se encuentra en lo más profundo del corazón humano. Fuera de nosotros mismos no encontraremos la paz que buscamos.

La auténtica paz del espíritu es una joya que llevamos dentro, no es un tesoro que debamos buscar fuera de nosotros. Sólo posee paz interior quien la cultiva mediante el silencio, la meditación y la plegaria.

La paz interior sólo la experimenta quien la cuida acuradamente y posee un espíritu sensible para mantenerla viva y comunicarla a los demás.

Las personas que traslucen paz de espíritu son aquellas que están llenas de Dios y se dejen guiar por la santa voluntad.

P. Joan Bestard Comas.