Querido Federico.
Reciba de sus amigos del Equipo Diez un agradecimiento sincero al sembrar en el corazón de cada uno de nosotros la semilla de la fe, esperanza y caridad.
Gracias, porque su acompañamiento fértil, nos mostró caminos y opciones que nos ayudaron a elegir esos momentos que llenan de gozo y alegran la vida. Y aunque parezca que nosotros no estamos muy enterados de lo que hemos recibido, somos conscientes que todo este aprendizaje ha sido muy singular, provechoso y determinante en nuestra formación espiritual, fue el resorte que nos impulsó a ser mejores personas, dispuestas a dar más por nuestro cónyuge. Educar cristianamente a nuestros hijos y servir a los demás.
La presencia del padre y hermano, nos hizo sentir el valor de un amigo que siempre camina a nuestro lado. Algo muy personal suyo fue una mirada, un gesto como el del violín, una respuesta oportuna con la fuerza de Fe que alienta en los momentos difíciles, hechos que han sido siempre una motivación para seguir buscando la verdad.
Federico, el que es y el de siempre, un compañero sincero y sencillo, simple y directo, de una gran profundidad en el momento de comunicar ideas y pensamientos, sensible y atento a las necesidades de los demás, con respeto y sutil en la corrección fraterna.
Visionario que hizo de lo simple algo extraordinario buscando siempre comunicar y llevar la buena noticia del evangelio como una respuesta y ayuda para la vida diaria.
Son 25 años que hemos caminado juntos. Ahora que celebramos sus 90 años de vida, queremos manifestarle que aún hay tiempo para decirle que en nuestras mentes siguen vivos todos esos momentos que atesoramos desde las primeras reuniones, seguimos sintiendo la fuerza de su vida como un ejemplo para seguir adelante y siempre habrá tiempo para decirle que le queremos mucho.
Un feliz cumpleaños, le deseamos sus hijos y amigos del Equipo Diez.
Mónica y Emilio
Wilma y Félix
Miriam y Gustavo
Yolanda y Gonzalo
María Eugenia y Gino
(G.C.R.)