Hay una pequeña anécdota que para mí dice mucho.
Ramdas era un ingeniero textil que un día tuvo una experiencia directa de Dios, dejó todo y salió en busca de Dios por toda la India hasta las alturas místicas de los Himalayas. Volvió al sur de la India, de donde procedía, y se estableció allí dando testimonio de su fe, su experiencia, su búsqueda de Dios.
Antes de su “conversión” era un fumador empedernido de cigarrillos baratos. Dejó radicalmente el tabaco con la sacudida de la experiencia de Dios. Años más tarde, de vez en cuando, si alguien le ofrecía un cigarrillo, lo fumaba tranquilamente y lo disfrutaba. Y decía: “La marca de cigarrillos es la misma, pero la diferencia es fumar por adicción o fumar en libertad.”
Para mí, ése es el mejor comentario al célebre dicho chino:
“Antes de la conversión, los valles son valles, y los montes son montes. Durante la conversión, los valles son montes, y los montes son valles. Después de la conversión, los valles son valles, y los montes son montes.”
P. Carlos G. Vallés, s.j.