Jesús no ha escrito ningún tratado acerca de Dios. En ningún momento lo encontramos exponiendo a los campesinos de Galilea doctrina sobre él. Para Jesús, Dios no es un concepto, una bella teoría, una definición sublime. Dios es el mejor Amigo del ser humano.

Los investigadores no dudan de un dato que recogen los Evangelios. La gente que escuchaba a Jesús hablar de Dios y le veía actuar en su nombre, experimentaba a Dios como una Buena Noticia. Lo que Jesús dice de Dios les resulta algo nuevo y bueno.

La experiencia que comunica y contagia les parece la mejor noticia que pueden escuchar de Dios.

¿Por qué?

Tal vez lo primero que captan es que Dios es de todos, no sólo de los que se sienten dignos para presentarse ante él en el Templo.

Dios no está atado a un lugar sagrado. No pertenece a una religión. No es propiedad de los piadosos que peregrinan a Jerusalén.

Según Jesús, Dios “hace salir su sol sobre buenos y malos”. Dios no excluye, ni discrimina a nadie. Jesús invita a todos a confiar en él. “Cuando oren digan. ¡Padre!”.

José Antonio Págola.