“Yo me puedo llenar la boca (…) hablando del amor. Es más; creo que debe ser una de las palabras más manoseadas de nuestra época; tanto, que algunos nos quieren hacer creer que el amor se hace. “Hacer el amor”. Nosotros decimos que no. Que el amor se sueña, se construye, se padece, se sufre, se anhela, pero por sobre todas las cosas, se vive. Nosotros los cristianos entendemos que no puede haber otra manera de vivir que no sea la de amar.

¿Y qué es amar? Es poner primero el interés del otro por sobre mi propio interés. Es mirar el bien del otro por sobre el propio mío. Es salir de mi zona de confort y bienestar para atender el clamor que los pobres tienen hacia mí. Es vivir renunciando a toda seguridad que no sea la palabra de Jesús.

Si vivimos así, tendremos vidas que serán como casas edificadas sobre roca.

Si no, los torrentes del mal espíritu nos van a arrojar lejos del fin para el que fuimos creados.

P. Sebastián García.