El cristiano encuentra el sentido al sufrimiento y a la muerte a partir del sufrimiento y la muerte de Jesús. No les quita importancia, ni los quiere explicar filosóficamente, ni cree que sean un bien; pero sabe que Dios está del lado del que sufre y muere; en él, el sufrimiento y la muerte adquieren un valor redentor de la humanidad (Hans Kung).
El cristiano no busca el sufrimiento por el sufrimiento. Sería puro masoquismo sin sentido. El sufrimiento y la muerte adquieren plena significación solo a la luz del sufrimiento y de la muerte de Jesús.
El sufrimiento y la muerte no son un absurdo precisamente porque Jesús los asumió voluntaria y generosamente, y les dio un valor redentor, un valor que libera y salva.
P. Joan Bestard Comas.